Bolsas: Este fue el primer emprendimiento que se encaró en el comedor. Comenzamos con una máquina de coser y actualmente hay 15 mujeres trabajando en 8 máquinas que nos han ido donando.
Al principio hacíamos las bolsas con los sachet a la vista, siguiendo una estética pop. Luego vimos que el color negro, combinado con los colores de la tela no tejida gustaba también y comenzamos a hacer variantes.
Luego encontramos otros usos para el plástico del sachet y hacemos cartucheras, cortinas, tapa piletas y cubre autos.
Hoy también fabricamos bolsos hacemos bolsos con fiselina y tela de arpillera plástica o red, proveniente de bolsas de verduras.
Ecoleños: Ante la necesidad de la meseta neuquina, por la escases de leña, comenzamos a fabricar Ecoleños.
Reciclamos tubos de cartón, papel de diario y aserrín.
Nació en el año 2006, a partir del deseo de Gabriela Gómez de brindar a los niños un plato de comida y a sus mamás una posibilidad de crecimiento.
Esta joven neuquina logró hacer realidad su sueño, cubrir las necesidades básicas de los niños, como es un plato de comida elaborado y servido en una mesa con amor y respeto, y compartir con las mamás la idea de que se puede “hacer” en lugar de “esperar que te den”.
La necesidad manifiesta de trabajo de la gente de los barros Nueva España y Parque Industrial, le sirvió para proponerse cambiar el paradigma y generar con su ejemplo una nueva actitud que, lenta pero progresivamente, fue dando lugar a este Proyecto que hoy forman parte del autoabastecimiento del Comedor Sol y Luna y de algunas mujeres.
El Comedor funciona en la casa de Gabriela, el en Barrio de Parque Industrial, en la periferia de la ciudad de Neuquén y brinda su atención a 36 mujeres y a mas de 70 chicos que viven en allí y en barrio Nueva España.
Esta joven neuquina logró hacer realidad su sueño, cubrir las necesidades básicas de los niños, como es un plato de comida elaborado y servido en una mesa con amor y respeto, y compartir con las mamás la idea de que se puede “hacer” en lugar de “esperar que te den”.
La necesidad manifiesta de trabajo de la gente de los barros Nueva España y Parque Industrial, le sirvió para proponerse cambiar el paradigma y generar con su ejemplo una nueva actitud que, lenta pero progresivamente, fue dando lugar a este Proyecto que hoy forman parte del autoabastecimiento del Comedor Sol y Luna y de algunas mujeres.
El Comedor funciona en la casa de Gabriela, el en Barrio de Parque Industrial, en la periferia de la ciudad de Neuquén y brinda su atención a 36 mujeres y a mas de 70 chicos que viven en allí y en barrio Nueva España.